La había llevado al mejor motel de la ciudad, con cama de agua, champaña y todo lo que se le ocurriera.
La música sonaba a todo volumen y Guillermo imitaba el baile de Mayra, mientras ella se divertía y tomaba champaña, volviéndose cada vez más atrevida, quitándose la ropa con deliberada lentitud, desabotonándole a él la camisa e imitando a la perfección el número de una cabaretera.
Su noche terminó de día, luego de una fiesta privada de alcohol y sexo donde los dos dieron rienda suelta a su imaginación y a sus instintos.
1 comentario:
CHICAS, el jueves me olvidé de publicar el capítulo, justo era uno cortito, lo publiqué hoy y el jueves publico el próximo. Besos. SILVIA
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