¡A la mierda, ya son las once! Y que linda está la cama, seguiría un rato más, pero no, mejor me levanto. Anoche no salí pero me enganché con el canal CM viendo recitales hasta las tres.
Esto es un quilombo de ropa, Marita limpia toda la casa pero a esta pieza ni se acerca, ya le voy a decir a esa guacha, aunque sea que me lave la ropa sucia.
Uy qué cara, mirá las ojeras. ¿Estoy buena eh? Mirame las lolas, todavía no se caen, el culito firme y las gambas, ni que me castigara horas en el gimnasio. Yo ni loca hago lo de Lau, todo el día en la cinta y los fierros, yo me mantengo porque sí nomás, ¡qué se yo! ¡Upa upa!, me tengo que hacer el cavado, ya no estamos en verano para ir a
A ver, esta mini evasé de jean no, me hace pinta de nenita trola como
Hola má, te saco una manzana. No, desayuno no quiero, chau, no me esperes a comer. Ufa, sí te llamo cualquier cosa. Me llevo el celu. Dale con las preguntas, voy a lo de Lau, después no sé, chau, chau.
¿Dónde voy?, Lau está en la facultad, yo no estudio así que nada que ver.
La peatonal es un plomo, nada interesante, todo el mundo va apurado a algún lado, compran cosas, entran a un banco, todos con las caras metidas para adentro, ni una buena onda, una sonrisa o cara de estar al pedo. ¿Seré la única en el mundo que vive al pedo?.
A ver, agarremos por Sarmiento, Homo Sapiens, una librería. Cuánto hace que no entro a una. Qué digo, nunca entré, solo a
¿Qué pido?, viene la moza, bueno, un tostado y una Mirinda, con un platito de papas de copetín. A ver quién escribió esto, Martín Rejtman, y es nuevo, del ante año. Empecemos, leer, leer, no debe ser tan malo, mucha gente debe leer, porque todos estos libros alguien los comprará y no creo que sean de adorno nomás.
Mmm, qué hambre tenía, está bueno este tostado. Y el bomboncito ese de la mesa de la ventana, re bueno, pero ni me mira, se traga el libraco como si comiera un merengue de crema chantilly. Lee como loco, leer, leer, yo también dije que iba a leer esto de Literatura y otros cuentos. Vaya nombre para empezar, me la llevé siempre en la secundaria, con De Amores y Otros Demonios no pegaba una y con don Segundo Sombra menos. Cuando leímos Como Agua Para Chocolate me entusiasmé un poco más, no sé, debe ser por los cuernos cruzados entre Rosaura, la hermana y el tipo, las comidas raras y los olores de Rosaura hasta que reventó. ¡Mirá de todo lo que me acuerdo!, ni sabía que me acordaba de algo, pero me la llevé igual. Casi todas me llevaba, era como un juego, joda todo el año, me reventaba quince días en febrero y en marzo las metía todas bien y de nuevo joda todo el año, hasta hace más de tres años. Terminé quinto y después nada; nada no, joda y siempre joda, como hoy. ¿Qué joda?. Cierto que iba a leer, bueno, empecemos.
“Paro un segundo de bailar y me doy cuenta de que estoy agitado, mm mm blm ña... .. .. .... .. ta, ta, ta.... Son las dos y cuarto de la tarde, mi madre abre la puerta, mm, mm, ta, ......, ......,....., Creo que cantan en otro idioma, un idioma inventado, un idioma que hablan únicamente los turistas.”
Uy que bando tienen estos, raye total, estos sí que joda, joda y joda ¿viste?. Bueno, sigo leyendo, ¿seré yo?, ¿leyendo yo?. Un cortado doble con vainillas. Sigo leyendo. No puedo parar. Otro café chiquita por favor. Sigo leyendo, el bombón de la ventana ni vi cuando se fue. Leo. ¡Ya es de noche!, ¡me tragué todo el libro!, estoy medio mareada de tanto leer. Me cansé de tanta locura, me parecía que en una de esas hablaban de mí, algunas cosas las hago yo casi tal cual, salvo droga y pastillas muchas cosas es lo mismo, chupar, bailar, nada, huecos, joda, huecos.
Me vuelvo a casa, es tarde. Hola pá, ¡MAAA, llegué!, ¿me llamó Lau?, ¿no?, bueno, la llamo yo, ¿me prepararías unos fideos con crema plis má?.
Hola ¿Lau?, qué tal, todo bien?, si...., si.... Ni te cuento ¿sabés?, me tragué todo un libraco enooorrrme que hablaba de mi, de nosotros, ¿entendés?, así que todo bien, nada, no tengo que buscar más, un día aparece un loco, escribe mi historia y ya estoy en un libro de las librerías y listo. Bueno, chau, mañana hablamos, me voy a comer unos fideos y después me acuesto a ver la tele. Mañana empezamos de nuevo.
Por Oscar Daniel Tartabull
2 comentarios:
Muy bien, Osacar! Muy fresca, espontánea y natural. No pude dejar hasta el final SILVIA
Oscar, qué capacidad para meterte en la piel de esa chica y hablar con naturalidad por ella. Está bien logrado el clima nihilista, aunque creo que el cuento podría ganar intensidad acortándose, sin compromiso de lo sustancial. Gracias por compartirlo
Patricia
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