Sociólogo, iracundo, publicitario, novelista, poeta, terminó firmando sólo con el apellido –“como Sócrates”– y provocando hasta el final. Una complicación pulmonar fue la factura que le llegó ayer a la tarde.
Por Silvina Friera (Página12, Cultura/Espectáculos)El último acto, la última “provocación” del francotirador, dejó sin palabras a los que escucharon la noticia. Rodolfo Fogwill murió ayer a los 69 años por un problema pulmonar. El cuerpo le pasó facturas por el exceso de tabaco. Hoy nace un mito, tallado por él mismo con la obsesión del “publicista póstumo”. El escritor de ojos desorbitados –la mirada de un loco– fue para la literatura argentina lo que Maradona es al fútbol y Charly García al rock.
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