domingo, 20 de junio de 2010

JOSÉ SARAMAGO (1922-2010)


FRAGMENTO LITERARIO: Un maestro literario, una conciencia política - Testamento ideológico

"Yo estoy comprometido con la vida"

En El país, 19-10-2010

José Saramago en sus palabras (que editará próximamente Alfaguara) recoge reflexiones íntimas, literarias e ideológicas a partir de declaraciones del premio Nobel en la prensa escrita. Se trata de una edición y selección de Fernando Gómez Aguilera de la que aquí publicamos un extracto.

- AUTORRETRATO. Nosotros somos mucho más la tierra donde hemos nacido [y donde hemos sido criados] de lo que imaginamos. La Provincia, Las Palmas de Gran Canaria, 28 de marzo de 2009 [noticia de Gregorio Cabrera].

El único valor que considero revolucionario es la bondad, que es lo único que cuenta. Baleares, Palma de Mallorca, 20 de abril de 1994 [reportaje de Pilar Lillo].

Nunca esperé nada de la vida, por eso lo tengo todo. Faro de Vigo, Vigo, 20 de noviembre de 1994 [entrevista realizada por Rogelio Garrido].

Mis ideas son conocidísimas, nunca las he disfrazado ni las he ocultado. Mi vida es tan pública que se conoce todo cuanto he pensado sobre cada acontecimiento. ABC, Madrid, 9 de octubre de 1998 [entrevista de Dolors Massot].

Si tengo algún motivo de vanidad, es que siempre he dicho lo que pienso en cualquier sitio. EL PAÍS (suplemento El País Semanal), Madrid, 29 de noviembre de 1998 [entrevista de Sol Alameda].

Comprender no es perdonar. Desde mi punto de vista, hay cosas que pueden comprenderse, pero eso no significa que por una especie de necesidad, casi una especie de automatismo, si comprendo, perdono. Juan Arias, José Saramago: el amor posible, Barcelona, Planeta, 1998.

Si nos paramos a pensar en las pequeñas cosas, llegaremos a entender las grandes. Época, Madrid, 21 de enero de 2001 [entrevista de Ángel Vivas].

Ni las derrotas ni las victorias son definitivas. Eso les da una esperanza a los derrotados, y debería darles una lección de humildad a los victoriosos. La Voz del Interior On Line, Córdoba, noviembre de 2004 [reportaje de Alejandro Mareco y Edgardo Litvinoff].

Yo he sido, desde muy niño, callado, reservado, melancólico. Nunca he tenido la risa fácil. Incluso la sonrisa, para mí, es algo que me cuesta trabajo. Y las alegrías o las tristezas en mí son interiores, no las manifiesto. Ya de niño era así. EL PAÍS (suplemento El País Semanal), Madrid, 23 de noviembre de 2008 [entrevista de Manuel Rivas].

- VIDA. Empezar a leer fue para mí como entrar en un bosque por primera vez y encontrarme de pronto con todos los árboles, todas las flores, todos los pájaros. Cuando haces eso, lo que te deslumbra es el conjunto. No dices: me gusta este árbol más que los demás. No, cada libro en que yo entraba lo tomaba como algo único. EL PAÍS (suplemento El País Semanal), Madrid, 29 de noviembre de 1998 [entrevista de Sol Alameda].

- ÉTICA. En esta época de conmemoraciones, planteo que, cuando descubrimos al otro, en ese mismo instante nos descubrimos a nosotros mismos, unas veces en lo mejor y otras en lo peor, cuando intentamos dominarlo. Si llegamos a una relación con el otro en que la condición principal sea respetar sus diferencias y no tratar de aplastarlas para hacerlo como uno, entonces aparecerá en nosotros lo positivo. Todos tienen derecho a un lugar en la Tierra, no hay motivo para que yo, por el hecho de ser blanco, católico, rubio, indio, negro, amarillo, sea superior. No podemos darnos el lujo de ignorar que el respeto humano es la primera condición de "convivialidad". El Mercurio, Santiago de Chile, 26 de junio 1994. [entrevista de Beatriz Berger].

Ni el arte ni la literatura tienen que darnos lecciones de moral. Somos nosotros los que tenemos que salvarnos, y solo es posible con una postura ciudadana ética, aunque pueda sonar a antigua y anacrónico. El Mundo, Madrid, 22 de mayo de 1996 [noticia de Emma Rodríguez].

La ética es la mujer más guapa del universo. Alphalibros, Mendoza, 2000 [entrevista de Jorge Enrique Oviedo].

- RAZÓN. La razón no es enemiga de las ilusiones, de los sueños, de la esperanza, de todas esas cosas que tienen que ver con los sentimientos... Porque la razón no es algo frío, no es algo mecánico. La razón es lo que es, con todo lo que uno es de sentimientos, de deseos, de ilusiones, de todo eso. Jorge Halperín, Conversaciones con Saramago. Reflexiones desde Lanzarote, Icaria, Barcelona, 2002.

El sentido común se convierte en el instrumento más revolucionario en este mundo de locos que es el de la violencia. El Espectador, Bogotá, 21 de febrero de 2009. [entrevista de Nelson Fredy Padilla].

- SER HUMANO. Lo maravilloso de la especie humana es que se ha hecho a sí misma, lo ha inventado todo. El Universal, México DF, 16 de mayo de 2003. [entrevista de Alejandro Toledo].

La pregunta "¿quién eres tú?" o "¿quién soy yo?" tiene una respuesta muy fácil: uno cuenta su vida. La pregunta que no tiene respuesta es otra: "¿qué soy yo?". No "quién" sino "qué". El que se haga esa pregunta se enfrentará a una página en blanco, y no será capaz de escribir una sola palabra. El Universal, México DF, 16 de mayo de 2003 [entrevista de Alejandro Toledo].

- MUERTE. El problema está ahí: nos morimos, y entonces nos preguntamos ¿y qué? Me muero y ¿qué pasa después? Algunos de nosotros sabemos que no pasa nada y punto. Aquí acabó. Digo que la esencia humana es un intermedio entre la nada y la nada. La nada, porque antes de nacer, lo que había antes es la nada, después, también es la nada. Para nosotros, desde el punto de vista del ser, es la nada. Pero otros no piensan así, piensan que tiene que haber algo, algo que llaman Dios. Fuera de la cabeza humana no hay ni bien, ni mal, ni ideal, ni Dios. No hay nada. Todo lo que llevamos está dentro de nuestra cabeza. Veintitrés, Buenos Aires, 7 de febrero de 2002 [entrevista de Eduardo Mazo].

- LITERATURA. Yo soy una persona pacífica, sin demagogia ni estrategia. Digo exactamente lo que pienso. Y lo hago en forma sencilla, sin retórica. La gente que se reúne para escucharme sabe que, con independencia de si coincide o no con lo que pienso, soy honesto, que no trato de captar ni de convencer a nadie. Parece que la honestidad no se usa mucho en los tiempos actuales. Ellos vienen, escuchan y se van contentos como quien tiene necesidad de un vaso de agua fresca y la encuentra allí. Yo no tengo ninguna idea de lo que voy a decir cuando estoy frente a la gente. Pero siempre digo lo que pienso. Nadie podrá decir nunca que le he engañado. La gente tiene necesidad de que le hablen con honestidad. José Saramago, 2003.

Hay que reconocer que la literatura no transforma socialmente el mundo, que el mundo es el que va transformando, y no solo socialmente, a la literatura. Es ingenuo incluir la literatura entre los agentes de transformación social. Reconozcamos que las obras de los grandes creadores del pasado no parecen haber originado, en sentido pleno, ninguna transformación social efectiva, aun teniendo una fuerte influencia en comportamientos individuales y de generación. La humanidad sería hoy exactamente lo mismo que es aunque Goethe no hubiera nacido. La literatura es irresponsable, porque no se le puede imputar ni el bien ni el mal de la humanidad. Por el contrario, actúa como un reflejo más o menos inmediato del estado de las sociedades y de sus sucesivas transformaciones. Abc, Madrid, 20 de abril de 1989 [entrevista de Jesús Fonseca].

La literatura no es un compromiso. Nunca. El compromiso, si existe, será el de esa persona que es el escritor. La literatura no puede ser instrumentalizada. No se puede decir que sirva para esto o aquello. EL PAÍS (suplemento El País Semanal), Madrid, 29 de noviembre de 1998.[entrevista de Sol Alameda].

La literatura es lo que hace inevitablemente pensar. Es la palabra escrita, la que está en el libro, la que hace pensar. Y en este momento es la última en la escala de valores. Alphalibros, Mendoza, 2000 [entrevista de Jorge Enrique Oviedo].

- PREMIO NOBEL. Nada prometía un Premio Nobel. Quiero decir que nací en una familia de gente muy pobre, campesina y analfabeta, en una casa donde no había libros y en unas circunstancias económicas que no me habían permitido entrar en la universidad. La Jornada, México DF, 10 de octubre de 1998. [reportaje de Juan Manuel Villalobos].

- COMPROMISO. Después de muerto, el escritor será juzgado según aquello que hizo. Reivindiquemos, en cuanto está vivo, el derecho de juzgarlo por aquello que es. Sur, Málaga, 25 de febrero de 1993 [noticia de María Dolores Tortosa].

Yo estoy comprometido hasta el final de mis días con la vida y me esfuerzo por transformar las cosas, y para ello no tengo más remedio que hacer lo que hago y decir lo que soy. Faro de Vigo, Vigo, 19 de noviembre de 1994.

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(*) Breves datos de su biografía:

Nacido en una aldea del Portugal profundo, en una familia de labradores y artesanos, José Saramago siempre habló del territorio de su infancia, en el que nada hacía pensar, ya que eran analfabetos y allí jamás se encontró un libro, que aquel niño se convirtiera en uno de los escritores más importantes de la Europa reciente.

Las penurias económicas lastraron su educación, pero pese a ellas, y a que tuvo que dejar los estudios para trabajar, Saramago y la literatura estaban destinados a encontrase. Había tenacidad en su rostro de niño y una mirada sensible que presagiaba ya su singular reflexión sobre el mundo.

Fue esa mirada -sensible y reflexiva- lo que nunca perdió. La misma con la que recogió en Suecia el premio Nobel de Literatura (1998) o con la que defendió todo tipo de causas políticas y humanas. Su compromiso le llevó a estar en primera fila -y a través de la Fundación Saramago (2007)- en Chiapas y Palestina. En los últimos tiempos no le faltó aliento para Aminetu Haidar, a quien visitó en el aeropuerto de Lanzarote cuando estaba en huelga de hambre, o para hacer público su apoyo al juez Baltasar Garzón.

Su conciencia política quedó rubricada en 1969 al afiliarse al Partido Comunista Portugués, donde se convirtió en un destacado militante. Cuba fue para él, como para el otro premio Nobel Gabriel García Márquez, un referente político y vital. A pesar de eso, 2003 criticó por primera vez el régimen de Fidel Castro.

Saramago se casó tres veces. La primera vez con la poetisa Isabel de Nobrega, figura fundamental en su obra inicial. La segunda, en el año 1944, con la pintora Ilda Reis, con quien tuvo una hija y de quien se separó en 1970. Su última mujer, con la que se casó en 1988, fue la periodista española Pilar del Río, compañera infatigable de un hombre que jamás bajó la guardia ni ante la literatura ni ante el mundo que le rodeaba.

Memorial del convento (1982) fue el primer libro que le hizo trasparasar definitivamente las fronteras de Portugal. Con ella ganó el Premio del Pen Club Portugués, galardón que volvió a ganar en 1984 con El año de la muerte de Ricardo Reis. El Evangelio según Jesucristo (1991) se le atragantó al Vaticano y acabó sumida en un polémico veto en 1992. Recibió, sin embargo, el Premio de la Asociación de Escritores de Portugal (1992). El año 1995 es significativo en su vida: Premio Camoens al conjunto de su obra y la publicación del Ensayo sobre la ceguera, una de sus obras cumbre. Sólo faltaba tres años para el premio Nobel de Literatura.

A Lanzarote, su otra tierra, llegó un año después, en 1993. Fue su isla desde entonces. Y su vida transcurrió entre Lisboa, la isla de los volcanes, sus libros y las causas políticas que nunca dio por perdidas.

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