(imagen Google)
Otra vez Marguerite:
"Creo que lo que reprocho a los libros en general, es eso: que no son libres. Se ve a través de la escritura: están fabricados, están organizados, reglamentados, diríase que conformes. Una función que el escritor desempeña con frecuencia consigo mismo. El escritor, entonces, se convierte en su propio policía. Entiendo, por tal, la búsqueda de la forma correcta, es decir, de la forma más habitual, la más clara y la más inofensiva. Sigue habiendo generaciones muertas que hacen libros pudibundos. Incluso jóvenes: libros encantadores, sin poso alguno, sin noche. Sin silencio. Dicho de otro modo: sin auténtico autor. Libros de un día, de entretenimiento, de viaje. Pero no libros que se incrusten en el pensamiento y que hablen del duelo profundo de toda vida, el lugar común de todo pensamiento".
Marguerite Duras (1914-1996), en Escribir, Tusquets, 2006.
1 comentario:
Hola, no había pensado en tal comentario... que los libros no son libres. Quizás, ocurre que somos demasiado egoístas y los hacemos nuestros. Y pasan a engrosar nuestros recuerdos, nuestras mesas, nuestros sueños, intercambian opiniones con nuestras familias y muchos duermen en nuestras bibliotecas. ¿habrá que pedirles disculpas? Susana Ballaris
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